Profesionales entrenados por el sistema de creencias dominante, y que trabajan a su servicio (aunque no lo sepan) cuyo principal fin es hacer que la gente adopte pensamientos y actitudes funcionales que contribuyan a la supervivencia del mismo. Algunos de estos psicólogos se han llegado a rebelar contra el propio sistema que los entrenó al descubrir que el trabajo para el que los prepararon no redunda en la felicidad de las personas, sino en su mera adapatación a un sistema cada vez mas inhumano, inmoral e injusto. A estos insurrectos se les suele marginar y denigrar dándoles el nombre de anti-psicólogos, por la norma que sigue el sistema de tratar como antisistema a todo lo que quiera posicionarse fuera de él (aunque lo trascienda e incluya), o ir mas alla de las limitaciones de sus programas de pensamientos y creencias.
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