miércoles, 11 de julio de 2012

Nerón

Me aburro inmisericordemente. Ni no fuera inmortal, este aburrimiento me mataría. Y dado que he matado a todos los que me contrariaban de algun modo, ya no queda nadie al que torturar con mis cantos. Que agonia, que tremenda incomprensión, que tragedia cocodril. Quizas no deberia, despues de todo, haber mandado quemar la ciudad. Porque ¿quien comprende la inmensa soledad de los tiranos, y la grandiosidad de su locura?. En fin, mejor sera componer una oda mientras me quemo vivo yo también. Oh dioses del Olimpo, acogedme mientras convierto este cuerpo en cenizas y mi espíritu vuela mas alla del ocaso, etc, etc, etc...


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